#55. Un grado de separación
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Patrocinador: El patrocinador de esta semana es Coventia
Lo que creo: Un grado de separación
Lo que me ha parecido interesante: 1 Tweet, 1 infografia y 1 canción
Esta edición está patrocinada por Coventia
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🙍♂️Lo que creo: Un grado de separación
Te voy a confesar una cosa que quizás te sorprenda. O puede que no.
Mi mujer no está suscrita a esta newsletter.
Tampoco lo están mis padres. Ni mis amigos del colegio.
Del grupo de mis amigos de la universidad sólo hay suscrito uno.
Y me parece bien. Aunque no siempre ha sido así.
Durante mucho tiempo, me sentí bastante frustrado por la sensación de que mi círculo más cercano, aquellos que yo suponía debían ser los que me apoyaran con más ganas, no lo hacían.
Hace justo un rato, antes de ponerme a escribir esta edición he leído este tweet de Elefante Rosa que resume a la perfección lo que te acabo de contar
Hasta hace unos años, yo me veía reflejado en la persona que describe en la última frase. Afortunadamente, con el tiempo, llegué a dos conclusiones que me ayudaron a gestionar adecuadamente este tema:
Tengo inquietud sobre demasiadas cosas distintas y eso hace que seguirme el ritmo sea absolutamente agotador para casi cualquiera. Exigir apoyo de todo mi círculo en todo lo que hago sería tremendamente injusto por mi parte.
Cada día es más sencillo construir relaciones con gente nueva. Rodearme de gente que sea afín, me complemente, me apoye y de la que seguir aprendiendo es algo al alcance de mi mano y, por tanto, es mi responsabilidad.
Pero hagamos un recorrido para entender cómo se llega a esta situación y qué herramientas tenemos cualquiera de nosotros para cambiarla.
Os dejo esta sencilla leyenda para entender las ilustraciones que he diseñado para apoyarme en la explicación.
Fase 0
Durante los primeros años de nuestra vida, en la etapa que comprende entre los 0 y los 6 años, no somos conscientes de que pertenecemos a diferentes círculos. Por un lado, damos la familia por sentado porque siempre ha estado ahí y no hemos tenido que hacer ningún esfuerzo por construir esa relación social.
Por otro lado, en cuanto a la amistad, en la primera etapa de nuestra vida los vínculos son aún muy débiles y todos tendemos a ser promiscuos. Podemos cambiar de amigos de un día para otro y nos bastan tres minutos en un parque para encontrar a alguien con quien jugar a las casitas, al pilla-pilla o darle patadas a un balón
Fase 1
Durante la siguiente etapa de nuestra vida, que abarca entre los 6 y los 14 años, tenemos aún poca autonomía intelectual y de movimiento y, por ello, nuestros círculos principales y casi exclusivos son nuestra familia nuclear y nuestros amigos del colegio. A medida que vamos avanzando en esta fase y vamos siendo más conscientes de nosotros mismos, la importancia de nuestros amigos va en aumento (especialmente en el caso de las mujeres por su desarrollo acelerado). No obstante, la familia sigue jugando un papel principal y los intereses de unos y otros siguen estando alineados.
Fase 2
Al comienzo de la siguiente fase, cuando estamos finalizando la fase del colegio y comenzamos el instituto, los pesos de nuestros círculos han cambiado por completo. Todos empezamos a ser más conscientes de nuestras individualidades y nos sentimos más cómodos con nuestros amigos que con nuestra propia familia.
Comenzamos a creer que lo que nuestros padres quieren no es lo mismo que queremos nosotros y nos empezamos a sentir desalineados e incluso alejados de ellos. Nuestras amistades del colegio adquieren un papel principal porque nos sentimos estrechamente identificados con ellos y, tras los años que hemos compartido, se han convertido en nuestra zona de confort.
Al final de esa etapa, si pasamos del colegio al instituto, aparecen nuevas personas en nuestra vida con las que compartimos la mayor parte de nuestro tiempo entre semana y que van adquiriendo mayor relevancia.
Fase 3
Durante los años de instituto, nuestra individualidad sigue en aumento lo que provoca un aumento de la desafección con nuestra familia, reduciendo su influencia y sintiéndonos cada vez más alejados de ellos en cuanto a nuestros intereses.
Por otro lado, el hecho de descubrir nueva gente en el instituto y la pérdida de contacto con nuestros anteriores amigos debido a la reducción del tiempo compartido con ellos, hace que cambien por completo los pesos de influencia hasta el punto de que, en esta fase, comenzamos a perder para siempre algunas amistades y a forjar otras que permanecerán durante los próximos años.
Fase 4
Cuando ingresamos en la carrera, los amigos del colegio siguen perdiendo peso en nuestras vidas, entre otras cosas, porque cada vez tenemos más grupos con los que repartir nuestro (cada vez más escaso) tiempo. Con los amigos del instituto comienza a pasar algo parecido. Muchos de nuestros amigos han escogido carreras diferentes, quizás en ciudades diferentes y de pronto, estas diferencias hacen que dejemos de entender su día a día y que nuestras vidas comiencen a diferenciarse.
Fase 5
Hacia el final de la universidad, nuestro círculo más importante será probablemente el de nuestros compañeros de facultad. Es el grupo con el que te sentirás más afín porque compartimos con ellos intereses e inquietudes. Todos hemos sufrido las mismas dificultades y estamos pensando en acceder a un mismo mercado laboral. Nadie nos comprende mejor y por ello, nuestros mejores amigos ahora parten de este grupo.
Aún no han pasado suficientes años como para perder la amistad con todos nuestros conocidos del instituto, pero es probable que haya muchos con las que ya no has vuelto a hablar ni volverás a hacerlo.
Fase 6
Una vez comienza nuestra vida laboral, el peso de los círculos se reduce en tanto que cada vez tenemos que repartir el tiempo entre más y más personas.
Nuestros compañeros del colegio ya probablemente no pasen por nuestra mente salvo de forma fugaz y con los amigos del instituto cada vez nos vemos menos porque, por mucho que lo hemos intentado, no conseguimos que entiendan nuestras preocupaciones y a nosotros, para que negarlo, no nos interesan las suyas porque no conocemos a las personas de las que nos habla ni el contexto en el que se mueven.
Con los compañeros de la universidad seguimos quedando siempre que podemos porque muchos hemos acabado trabajando en empresas similares, nos vemos reflejados en sus alegrías y sus tristezas y seguimos teniendo intereses y anhelos muy alineados.
Un cambio relevante en esta fase en la que hemos profundizado un paso más en la vida adulta es que volvemos a reencontrarnos con nuestras familias y a dar valor a la experiencia y los consejos que desdeñamos durante la adolescencia.
Fase 7
Y de pronto, con el paso de los años, llegamos a una etapa gobernada por el caos, la incertidumbre y la apatía. Hemos tenido ya varias experiencias laborales, más o menos duraderas pero no acabamos de encontrar nuestro lugar.
Nos sentimos solos y frustrados porque nadie a nuestro alrededor parece compartir nuestros mismos intereses y es absolutamente imposible tener una conversación seria sobre determinados temas con ningún conocido.
Eres ya demasiado adulto como para esperar que tu familia te resuelva la papeleta, ya no tienes confianza suficiente con casi ninguno de tus amigos (de ninguna etapa) como para explicarles tu situación y además, tienes serias dudas de que te puedan comprender.
En el trabajo tampoco podemos buscar ayuda porque tememos que alguien pueda interpretar nuestra situación como una falta de motivación o un deseo de cambiar de trabajo.
En resumen, nos sentimos totalmente desalineados con todo nuestro entorno.
Si alguna vez te has visto en esta situación, es importante tener en cuenta lo siguiente
Exacto. No pasa absolutamente nada porque tu ecosistema (si lo quieres llamar así) no comparta tus sueños ni entienda tus objetivos. De hecho, es muy probable que sea una señal de que buscas algo diferente a lo que quiere la mayoría y eso, amigo/a mío/a es una gran oportunidad para diferenciarte.
Fase 8
Y aquí es donde llegamos a la última fase. En la que aparece un nuevo elemento en la leyenda. El círculo azul claro representa la gente que podemos llegar a conocer gracias a las redes sociales y al networking.
Todos. Todos. Absolutamente todos. Tenemos en nuestra mano crear un nuevo círculo de influencia que comparta y complemente todos y cada uno de nuestros intereses. Es tan sencillo, que si no lo tenemos ya, nosotros somos los únicos responsables de ello.
Para terminar, te dejo este tweet del que robé una expresión que me gusta mucho. “Estamos a un DM (Mensaje Directo) de distancia de cualquiera o, lo que es lo mismo, las redes sociales han hecho posible que estemos a 1 grado de separación de la persona que podría cambiarte la vida.
Si te ha gustado la edición de hoy, te pido que te tomes unos segundos y la compartas y así, con un poco de impulso, lleguemos a los 2.000 suscriptores antes de finalizar el año.
⭐Lo que me ha parecido interesante
En este hilo puedes encontrar una historia relacionada con el tema de hoy. Basta que encuentres a una sola persona que crea en ti para que tu vida cambie para siempre
Álvaro es una de esas personas que yo he conocido a través de las redes sociales y con las que ahora hablo casi a diario. Entre las muchas cosas que hace, están estos “one pager” donde resume libros e ideas en una sola página y este que te muestro ha sido un éxito este fin de semana.
Y para romper la tendencia de sólo incluir tweets, incluyo esta canción que me ha descubierto Jesús Alonso. Él es uno de los mayores Business Angels de España y oh sorpresa, otra de esas personas con las que ahora suelo interactuar gracias a las redes sociales donde hemos descubierto que a ambos nos apasiona la música.
Y hasta aquí todo por hoy.
Nos vemos en 7 días
Un abrazo.
Álvaro