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Soy @alvaroalegriam y aquí comparto mi visión personal sobre temas que me apasionan alrededor del mundo de los negocios, el emprendimiento y el desarrollo personal.
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El pasado 20 de abril fue mi cumpleaños. Así, que hoy sábado, hace exactamente 40 días desde que cumplí 40 años.
Por eso, haciendo un símil con la lista “Forbes 40 under 40” yo te traigo traigo la edición 40 after 40, en la que, como no puede ser de otra manera, voy a compartir con vosotros 40 pensamientos y reflexiones que me han acompañado o me acompañan todavía. Van sin ningún orden ni concierto, así que te espera una lectura equivalente a meter tu cabeza en una lavadora de ideas. ¡Que disfrutes!
La primera es obvia. Ya no me da tiempo a aparecer en la lista Forbes 40 under 40. No es que me quite el sueño en absoluto, pero es de esas cosas que a una madre le hubieran hecho ilusión.
Ser buena persona siempre compensa. Siempre. Si algúna vez te da por pensar que no es así, es que no ha pasado tiempo suficiente. A mi, también se me ha quedado cara de imbécil alguna vez pensando cómo me la han podido colar o cómo determinada persona se portó de mala manera después de haber sido yo bueno con ella. Es mejor perder 100 veces y acertar ayudando a una persona, que no ayudar a nadie.
Un amigo de verdad tiene el valor de decirte las cosas que menos te van a gustar. Valora como se merece quien se atreve a correr el riesgo de plantearte tus errores a la cara. Esa persona quiere hacerte crecer y mejorar por encima de su propio bienestar.
Casi ninguna decisión es irreversible. Y muy pocas te marcarán para siempre. Toma distancia de las cosas y valora la importancia real a corto, medio y largo plazo de los caminos que escoges. Dar un peso adecuado a las decisiones tiene un efecto muy positivo en su resultado.
No permitas que nadie tenga nada malo que decir de ti. Irse a la cama con la conciencia tranquila es un privilegio que se escoge cada día, con cada decisión que tomas.
Mi zona de confort es estar fuera de la zona de confort. Necesito vivir en un reto permanente. La sensación de dominar lo que hago mi cerebro la traduce automáticamente en conformismo, parálisis y pérdida de tiempo.
Por cosas como lo anterior, he asumido que soy un agonías y estoy aprendiendo a manejarlo y vivir más tranquilo.
Saber comunicar bien está infravalorado. La comunicación es una herramienta básica de la vida en sociedad y es sorprendente el poco cuidado que pone la gente en saber expresarse a niverl personal y profesional. En mi caso, saber hacerlo “medio bien” me ha aportado grandes beneficios.
Hay mucha gente con ideas pero sin dinero para llevarlas a cabo ni el conocimiento para conseguirlo.
Hay mucha gente con dinero que no sabe en que gastarlo (o invertirlo). A poco que profundices en algunos círculos sociales y/o profesionales, descubrirás que hay gente con mucho dinero parado que no sabe qué hacer con él.
Tener hijos es una de las cosas más maravillos que puedes hacer. El sacrificio es enorme, pero la recompensa se multiplica por infinito.
Hay gente que sólo te acompaña una parte del camino. Hay que saber dejar ir a gente y no pensar que todos tus conocidos estarán siempre a tu lado. La vida estira en direcciones opuestas y a veces la distancia se hace insalvable.
La vida tiene muchas cosas que ofrecerte, pero tienes que tener los ojos bien abiertos. Hay oportunidades que son para aquellos dispuestos a levantar la mano en el momento adecuado.
Conocer gente es una habilidad fun-da-men-tal. Para alguien como yo, que es tímido por naturaleza, el networking siempre ha sido una montaña elevada. Pero cuando descubres el poder de una buena red de contactos, encuentras el incentivo necesario para vencer la timidez.
Gestionar equipos es una de las tareas más complicadas y a la vez más gratificantes. Disfruto muchísimo ayudando a la gente a desarrollar su potencial y ayudarles en lo posible a avanzar en sus carreras.
Ser líder no es (sólo) mandar. Es asumir la responsabilidad de los errores y echarte el equipo a la espalda cuando las cosas no salen como esperabas.
Cada día tiro más de empatía como herramienta de análisis. Ponerse en los zapatos del otro aporta un punto de vista que modera mucho mis convicciones. En un mundo tan complejo como el actual, cada vez soy más de grises que de blancos o negros.
Escoger a la persona con la que vas a pasar el resto de tu vida es una elección crítica. Del resultado depende qué persona serás a partir de ese momento. Yo tuve la suerte de escoger (y que me escogiera) una persona magnífica que no sólo me quiere, sino que me ayuda cada día a ser mejor en todos los aspectos.
La mayoría de la gente, por muy importante que tu creas que sea, está dispuesta a ayudar a cualquiera, incluso desconocidos. Preguntar de forma educada es una llave que abre puertas que no imaginarías. Ahora, no confundas pedir ayuda con que alguien haga por ti tus tareas o te solucione un problema completo.
Otra de las cosas que tengo claras a estas alturas de la vida es que hay que darse premios y permitirse disfrutar de las cosas que te gustan lo más amenudo que puedas. Yo adoro el buen jamón y haber descubierto las suscripciones de Monjamón ha sido una forma fantástica de tener mi dosis de felicidad diaria. Sendo lectores de mi newsletter y sabiendo que acaba de ser mi cumpleaños, me han ofrecido un 10% de descuento para todos los que queráis probar sus productos usando este enlace.
Otra de las cosas que me da felicidad es ignorar la política y la actualidad. Aún tengo que hacer un ejercicio diario de contricción para no leer, no ver y sobre todo, no opinar. Pero mi nivel de cortisol ha pasado a umbrales aceptables desde que estoy a régimen de noticias.
Estoy a favor de los audios de whatsapp. No tengo más que añadir sobre el tema.
Tiwtter es una herramienta maravillosa. Mucho antes de que fuera de pago, siempre decía que no entendía cómo podía ser gratis. El valor que me ha aportado es imposible de calcular. Muchas de las peronas más importantes para mi, a todos los niveles, las he conocido allí.
Dormir bien (de verdad) es un game changer. Una de las mejores inversiones que he hecho en los últimos años es comprar un buen colchón, una buena almohada y sábanas de 500 hilos. No hay hotel en el mundo donde duerma mejor que en mi casa.
La hiperproductividad es insostenible en el medio y largo plazo. He aprendido que puedo llevar un ritmo muy intenso durante un tiempo determinado y ser consciente de esa capacidad es algo que me resulta útil. Sin embargo, he aprendido también que, pasado cierto punto, tengo un cliff donde mi rendimiento cae de forma drástica y debo bajar el ritmo para seguir siendo productivo.
Ver a mi familia es una prioridad para mi. Estar cerca de mi familia natural y mi familia política es algo que me hace mucho bien. Tengo la inmensa fortuna de que todos están bien de salud y no voy a ahorrar oportunidades de disfrutarlos, porque un día no estarán.
Si haces cosas, pasan cosas. Crear y exponer lo que creas, es una fuente inagotable de satisfacciones que, en mi experiencia, te aporta cosas y te lleva a lugares que casi nunca hubieras podido prever. Algo tan sencillo como escribir esta newsletter ha provocado que miles de personas me conozcan y que algunas de ellas quieran colaborar conmigo en proyectos a los que no hubiera podido acceder de otra manera.
Muy relacionado con lo anterior, me gusta mucho decir a los equipos que “nadie puede pensar en ti, si no sabe que existes”. Si quieres que alguien piense en ti para una promoción o para un nuevo puesto, tienes que asegurarte que las personas que deciden sepan quién eres y de qué eres capaz.
Hay batallas que no merecen ser ganadas. Hay gente con tendencia a llevarte a discusiones que no merecen tu tiempo. Y, sobre todo, hay personas que no están dispuestas a cambiar de opinión. Saber identificarlas rápido y no entrar en su juego te ahorrará mucho tiempo y energía.
Reinventarse es una obligación. El mundo avanza y cambia a tal velocidad, que nadie por debajo de 50 años puede permitirse el lujo de estancarse. Lo creais o no, muchos de vosotros acabaréis trabajando en puestos que hoy no sabéis que existen.
No renuncies a ningún plan antes de los 30 años. No se te ocurra dejar de hacer ningún viaje ni apuntarte a un bombardeo entre los 20 y los 30. El dinero tendrás tiempo de volver a generarlo, pero la libertad y la energía no vuelven nunca.
Escucha a toda la gente que puedas, pero toma siempre tus propias decisiones. Es preferible cometer tus propios errores que disfrutar los aciertos de otros.
Si hay un precio por el que romperías una amistad, jamás fueverdadera. He hecho negocios con muchos amigos y los conservo todos independientemente del resultado final.
Parafraseando un canción de Carlos Goñi, me quité un peso inmenso de encima el día que acepté “todo aquello que jamás seré”. Ya no tengo presión por las cosas que no haré, los países que no conoceré, los idiomas que no aprenderé…
Hace muy poco, creo que coincidiendo con el nacimiento de mi hijo, conseguí apagar mi cabeza. Durante los primeros 40 años de mi vida mi cerebro ha estado siempre encendido, incluso de noche, hasta el punto que durante una época larga de mi vida tuve que dormir con la radio para que el sonido amortiguara mis propios pensamientos.
La gente está equivocada en eso de que un hijo cambia tus prioridades. Las mías siguen siendo las mismas: crecer, llegar más lejos, conseguir más. Lo único que ha cambiado es que, ahora, todo lo que consiga será para darle a él la mejor vida posible.
A partir de cierta edad (no se exactamente cuál) comer sano es una obligación. Junto con el descanso, es lo mejor que puedes hacer por tu cuerpo y por tu cabeza.
Siento incluir una reflexión tan ceniza, pero hace tiempo (tampoco se cuando) pasé esa edad a partir de la cual visitas los tanatorios más de una vez al año. Creo que esa indeseable recurrencia es la culpable de que, desde hace algún tiempo, me asalte la idea de que, seguramente, me acerco peligrosamente a una edad en la que algún amigo morirá demasiado joven. Egoístamente, ojalá no sea yo.
Como dice la canción de WOS, la juventud es sólo una actitud del alma. No dejes que tu edad biológica dicte lo que puedes o no puedes hacer. Recién entrado en la cuarentena, sigo teniendo la sensación de ser un amateur de la vida con todo por hacer. (De ahí que no quiera morir joven)
No hay que fiarse de todo lo que diga la gente, por mucho que la respetes o consideres referente en algo. Empezando por mi. Te he dicho que hoy se cumplían 40 días desde el 20 de abril y en realidad sólo han pasado 36, pero la historia no quedaba tan bonita.
(40 Bis) Recuerda ser feliz y comer jamón. Si te lo has saltado antes, te dejo de nuevo el enlace hacia la felicidad. 😉
Y hasta aquí todo por hoy. Espero que hayas disfrutado de esta edición. Ya sabes que siempre agradezco que me lo hagas saber dejándome un me gusta 💛 y que la compartas por correo o en redes sociales, con amigos y seguidores.
Gracias por leerme
Nos vemos en unos días.
Un abrazo
Sobre la 37, va de asteriscos *. La edad de comer sano es justo cuando te dan el primer "zasca" en un análisis de sangre rutinario y hay un parámetro con asterisco. Lo siguiente es prometerse "comer brocoli de una vez por todas"
La proporción de 40 under 40 que acaban en la cárcel es enorme, no merece la pena ! Pero coincidimos en muchas otras reflexiones. Feliz cumpleaños otra vez!