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Hola a todos/as.
Hace unos días, mientras comía con unos amigos, recibí un whatsapp del CEO de una empresa en la que habia invertido, en el que nos comunicaba que cerraba.
Era algo que ya esperaba así que no me impactó demasiado y casi instantáneamente pensé que algo positivo de aquello era que podía contarlo aquí y compartir la experiencia para que otros pudieran aprovecharla.
Pero, el destino tenía unos planes diferentes (y mejores) para la newsletter de hoy. Guillermo Mellado, CEO de It’s Logic y amigo, publicaba esta semana un Tweet comunicando que también cerraba su proyecto y compartía una extensa carta con las causas que le habían llevado a ese punto.
Creo que la carta de Guille, escrita en primera persona por alguien que ha experimentado el proceso en primera persona, es un contenido infinitamente mejor que el que podría haber escrito yo como inversor. Por ello, le he pedido pedido permiso y me ha dejado reproducirte hoy aquí su carta.
Antes de que la leas y para no interrumpirte cuando empieces, quiero compartirte dos cosas:
En este enlace puedes encontrar todos los productos de It’s Logic con precios de derribo por el cierre. Seguro que muchos encontráis un regalo ideal para estas Navidades.
Si después de leer esta historia sin final feliz, te apetece algo que te levante el ánimo, te recomiendo que te suscribas a Capri Magazine la newsletter de mis amigos David y Marta que es una auténtica maravilla.
La carta de Guillermo
Ha pasado mucho tiempo desde la ultima vez que me dirigí a vosotros.
La verdad es que la decisión del cierre se tomó a inicios de año, pero las obligaciones financieras que teníamos nos llevaron a alargar la actividad en "piloto automático" hasta estos días.
Para ponerte en contexto:
- 2019 empieza nuestra actividad con unas cifras muy buenas. Hacemos una ronda de ampliación de capital para financiar el crecimiento de la empresa.
- 2020 trae una pandemia que nos obliga a emplear esos recursos financieros en garantizar la viabilidad de la empresa. Es decir, no pudimos financiar el crecimiento, sino la supervivencia.
- 2021 sin embargo sí que fue un buen año. Entre otras cosas, hicimos una colaboración con Balenciaga a nivel mundial que fue un gran impulso para nosotros.
En 2022 quisimos alargar ese éxito y presupuestamos un crecimiento que por fin nos daría esa estabilidad deseada.
Y aquí fue cuando la botella plana se torció. Hablo de 2022 en profundidad.
Este fue el email para nuestros inversores, en el que están todos los detalles de esta cadena de problemas.
...Acabamos 2021 con muy buenas cifras pero con la mala noticia de que nuestro proveedor original había decidido subir el precio unitario de la logic bottle a 18€/unidad (un 110% más). Esta subida venía derivada de los problemas de calidad previos que habíamos tenido y de los controles de calidad que implementamos a raíz de nuestra colaboración con Balenciaga. La fábrica decidió subir el precio y nosotros, como es normal, decidimos que no seguiríamos fabricando con ellos en estos términos, más si cabe tras los interminables problemas que hemos tenido con las diferentes producciones realizadas en este periodo.
Tras este episodio que acaeció a inicios del Q4 de 2021, buscamos rápidamente distintas opciones para producir un nuevo molde y por tanto una nueva botella con un proceso de fabricación que solventara todos los problemas previos que nos habíamos encontrado. En Octubre 21 encontramos un proveedor que solucionaba esto y nos respetaba el precio original de fabricación, incluso unos céntimos inferior. Era una buena noticia, dado que nosotros teníamos stock para aguantar hasta finales del Q1 22.
Aceptamos su propuesta y comenzamos a trabajar en ese molde. Teníamos 2 meses para conseguir el molde y otro mes para fabricar 10.000 botellas. Llegábamos si se cumplían los plazos y así podríamos embarcar antes del año nuevo chino (20 enero aprox). Si no estáis familiarizados con esto, digamos que el Año Nuevo Chino es una festividad que básicamente para el país entero durante 3 semanas. Todo: fábricas, envíos, puertos, etc. Era crucial llegar antes, dado que si no se produciría rotura de stock en Madrid (el trayecto desde que salen las botellas de fábrica hasta que nos llegan al almacén aquí en España es de unos 45-50 días).
Recibimos las primeras pruebas un mes y medio después, a finales de Noviembre. Efectivamente habíamos conseguido eliminar los problemas previos derivados de la soldadura manual gracias a la implementación de soldadura láser, pero a la vez identificamos varios problemas graves relativos al tapón y a la rosca del cuello. Las muestras llegaron sin correa ni caja para acelerar el proceso. No dimos importancia dado que entendíamos que eso era algo tan básico como irrelevante a efectos de prueba previa. Spoiler alert.
Dimos feedback y esperamos a recibir la siguiente hornada de muestras antes de aprobar la producción. Teníamos que ser cautos, ya que veníamos del infierno en estos términos. Los días pasaban y estábamos en un período peligroso. Cerca de no llegar a tiempo. Confiamos y vimos muestras vía videollamada, así como recibimos varios informes y emails en los que se nos ratificaba que el proceso estaba correcto y estábamos en tiempo para producir. Genial, adelante.
Estamos en los primeros días de diciembre, tras un buen BlackFriday, cuando nuestro Director de Diseño me comunica que había recibido una oferta irrechazable de una de las empresas de producción y diseño de bicicletas más importantes de España. Breve intento por retenerle. Batalla perdida. Perderíamos a nuestro diseñador en 15 días, en un momento tan delicado para la empresa con la logic bottle 2.0 y la logic backpack en el horno. Un desastre importante que nos obligó a buscar un recambio rompiendo con la norma básica de contratar lento y despedir rápido. Digamos que la cumplí a medias. Tuve tanta prisa al contratar (necesitaba ayuda con los procesos de producción) que contraté a la tercera persona que entrevisté. Un chaval algo más junior, pero con buen perfil. Había hecho muchas cosas y dominaba bastante de materiales y producción industrial. Simplemente durante las entrevistas no me habló de su dislexia, dado que no es una pregunta habitual que se le hace a una persona. Lo identifiqué a la quinta semana de trabajo con nosotros después de haberme visto varias veces en la situación de tener que revisar personalmente todos y cada uno de los documentos gráficos que enviábamos a imprenta o fábrica dado que siempre encontraba errores. Todo mi respeto al chico porque no era un mal profesional, pero un responsable de diseño de una empresa pequeña no puede sufrir este tipo de fallos, principalmente porque es el responsable último de controlar todo lo que se envía a producción. Evidentemente decidimos no contar con él, pero este episodio nos hizo perder un tiempo crucial.
Paralelamente a esta historia, recordad que estábamos en producción de nuestra primera hornada de logic bottles 2.0. En torno al 20 de diciembre dimos el OK a producción sin ver las últimas pruebas porque era en ese momento o nunca para recibir botellas a tiempo y no hacer rotura de stock, además de servir las operaciones grandes que ya teníamos firmadas con entregas entre marzo y mayo. Aceptamos con la evidente fe en que se embarcarían antes del 25 de enero 2022, que era el último día laborable en el puerto antes del cierre hasta el 20 de febrero. A estas alturas de la película no os sorprenderá lo que pasó. Antes de terminar el 2021 recibimos un correo que nos dejó de piedra. El cuello de las botellas estaba generando problemas en las máquinas para crear la rosca, y esto les estaba frenando porque incluía un proceso manual con el que no contaban. El caso, que "iba a estar muy difícil entregar antes del Año Nuevo Chino". Un desastre monumental. Implicaba embarcar a finales de febrero y recibir las botellas a inicios de abril. Romperíamos stock casi seguro, aunque teníamos algo de esperanza todavía.
Nos fuimos al ANC con las botellas en producción, y con el slot en el puerto reservado para embarcar justo a la vuelta. Teníamos la confirmación del proveedor de que las botellas ya estaban en producción y saldrían nada más volver. Bien, pues no fue así. Volvieron de sus vacaciones y tardaron casi dos meses en entregar, hasta el punto en que cuando pusimos la mercancía en el contenedor estábamos más cerca de mayo que de febrero. La política COVID Cero en China nos hizo muchísimo daño dado que la ciudad en la que está el proveedor fue muy afectada por este tema y tuvieron a mucha plantilla parada mucho tiempo. O eso nos dijeron.
Recordaréis que por esas fechas del año pasado estalló la Guerra de Ucrania, ¿verdad? Subida estratosférica del precio del barril de petroleo. Cargueros y aviones de mercancía parados sin salir de puerto durante semanas y meses, y por supuesto coste disparatado de los fletes sumado a una escasez de oferta brutal. Los barcos no salían porque el coste del petróleo reducía la rentabilidad a mínimos. Tuvimos la mercancía en el puerto parada durante casi dos meses. Pasamos de tener fecha de salida 20 de abril a 28 de mayo. Todo esto mientras rompimos stock en marzo y tan solo nos quedaban unas 250 botellas para mantener viva la tienda online y no desaparecer del mapa, sobre todo pensando en grandes operaciones que podíamos cerrar y entregar más adelante. Toda la inversión en publicidad parada, por supuesto.
Por fin salió el barco con muchísimas dudas en cuanto a plazos de envío y entrega, pero con la confianza de que por lo menos ya había salido. Fecha prevista de entrega el 29 de junio. Estábamos ahí. Retraso importante pero al menos ya sabíamos cuándo iban a llegar. Para ir avanzando con tareas de generación de contenido, reservamos 6 cajas de botellas que nos mandamos por avión a Madrid. Muy caro pero nos servía para adelantar trabajo y prepararnos para unos buenos Q3 y Q4. Recuerdo perfectamente la sensación que tuve cuando abrí esas cajas. Según estoy escribiendo esto se me pone la piel de gallina.
Abrí la primera caja, de 24 unidades, y cogí la primera botella para ver qué tal estaban (confiando en que por fin no tendría que revisar más botellas después de haber revisado con estas manitas más de 15.000 botellas durante este tiempo). Exteriormente estaban perfectas. La impresión de la caja era de buena calidad, la tinta, el tacto. Estaban bien. Solo habían sufrido algunas que estaban en las esquinas, pero entendíamos que era algo normal debido a los golpes que se generan en estos trayectos, sobre todo a la hora de cargar y descargar los aviones.
Empecé a abrir botellas y no me lo podía creer. Como sabéis, las botellas vienen empaquetadas con un troquel interior de cartón que permite que la botella no sufra con los golpes y movimientos en los envíos de pedidos online. Este troquel va ajustado y hace que la botella quede fija. Tiene que ir ajustado para que no baile. Perfecto, pues habían hecho el troquel 0.5cm más grande que la botella, lo que hacía que esta "bailara" durante el trayecto. Todos los troqueles interiores estaban destrozados y las botellas por supuesto estaban impresentables para entrega a clientes. Pero esto no es lo único. Las correas eran de un material de una calidad infinitamente más mala que la correa anterior. Se cuarteaban al estirarse, y en muchos casos se rompían. Una sensación indescriptible, siendo sincero.
Venían 6.000 botellas así en el barco (dejamos 4.000 allí para posibles pedidos extraeuropeos, sin IVA e impuesto de importación). 6.000 botellas que había que revisar una a una. Que había que cambiar correa y troquel. No os imagináis lo que es saber que vas a tener que hacer esto otra vez después de haberlo hecho durante más de dos años. Es una mezcla de frustración, odio y ganas de desaparecer que me resulta difícil de gestionar incluso una vez pasado casi un año. Si soy honesto conmigo mismo, reconozco que de haber sido un trabajador de la empresa habría abandonado el barco. Llevaba 3 años haciendo esto y no podía más. Afortunadamente Bosco llevaba menos tiempo en aquel momento y aguantó el tirón con Jesús y conmigo.
Nos pusimos a trabajar en solucionar estos problemas y pedimos que nos mandaran por avión correas y troqueles nuevos, acordes a la calidad que exigíamos y que estaba acordada. El proveedor aceptó asumir ese cargo, evidentemente. Solo faltaba. El caso es que se pusieron manos a la obra para que llegaran a la vez los recambios y las botellas nuevas. Recordad que teníamos prevista fecha de llegada el 29 de junio. Era un caos, pero veíamos la luz. Ibamos a llegar un par de meses tarde a las entregas principales, pero por lo menos podíamos dar novedades a los clientes que habían adelantado el 50% de la factura.
Hubo algunos retrasos más pero el barco llegó entorno al 12 de julio a Valencia. Ya estaban aquí. Era la 4ª importación que hacíamos del mismo producto, por lo que esperábamos etiqueta verde en aduanas tal y como había pasado en las dos anteriores. Por aclarar, aduanas portuarias te puede clasificar de 3 maneras, digamos etiquetas. Verde si todo OK, naranja si hay que hacer breve inspección de datos, roja si hay que abrir para ver el contenido. Bueno, pues para variar en esta serie de catastróficas desdichas nos clavó una etiqueta roja de un palmo y medio. "Revisión del contenido del contenedor con inspección manual". Alucinante. A esto súmale el macroatasco que tenían en esos momento en el puerto debido a la huelga de personal aduanero que hubo en España durante junio y julio el año pasado. Podéis mirar en internet. El caso, recibimos las botellas en Madrid el 2 de agosto. AGOSTO.
En agosto solo estaba yo en la oficina. Recibí 6.000 botellas de las cuales pude revisar y manipular 3.500 durante los 16 días seguidos de 8am a 10pm que dediqué a revisión y preparación para la venta de estas botellas. Unas doscientas cincuenta botellas al día, con su recambio de correa, de troquel, lijado manual de algunos cuellos, etc. Me podría centrar en lo físico y hablaros de que tenía ampollas en las manos desde el día 3, pero creo que llegados a este punto del email ya os podéis hacer una idea de dónde estaba mi dolor real. 3.500 botellas eran las botellas que teníamos que revisar a toda velocidad para entregar a nuestros clientes empresa que llevaban esperando botellas desde mayo. Entregamos entre finales de agosto y inicios de septiembre. 4 meses de retraso.
Me tomé una semana de vacaciones y volví junto con Jesús y Bosco para revisar más botellas y tener disponibilidad de producto para servir en tienda online y Amazon. Por cierto, llevabamos sin vender prácticamente nada desde febrero. 7 meses de parón. 7 meses sin ingresos, pagando nóminas y capeando el temporal.
Bosco se fue, por cierto. Es un gran tipo, la verdad. Aguantó mucho haciendo muchas tareas que no tenían que ver con su puesto, pero siempre hay un límite. Es difícil tener a gente con talento haciendo un trabajo de revisión en cadena. Yo habría hecho lo mismo.
Volvimos a vender, a hacer ruido, a generar ventas, e hicimos un buen Q4. Evidentemente no fue suficiente para cubrir el desastre previo. No quiero aburriros con cifras porque hoy eso no tiene sentido, pero os podéis hacer una idea. Las líneas de crédito que fuimos consumiendo para sufragar el déficit intermensual que íbamos generando nos fueron comiendo terreno. Tras varios aplazamientos el banco no aplazó más, y tuvimos que afrontar ese descubierto Laura y yo con fondos propios. Es lo que hay, no busco dar pena a nadie.
it's logic no paga ninguna nómina desde diciembre del 2022. No tenemos oficina desde febrero y aguantamos online con el poco stock que tenemos para tratar de liquidarlo con alguna gran operación. Gracias a algunas operaciones que hemos cerrado últimamente hemos podido reducir casi al mínimo la deuda de la empresa (hace 4 meses estábamos en -70.000€ que vencían y que habríamos asumido Laura y yo como aval único de esos créditos. Por suerte ha entrado algo de dinero con estas operaciones y no vamos a tener que comernos eso, pero hemos estado realmente cerca. La realidad actual es que it's logic no tiene dinero para seguir produciendo, y el stock se está agotando poco a poco. Dará para cubrir la mínima deuda que quede, pero poco más allá.
Nuestro contexto actual es diferente al del inicio. Ahora tenemos a Lucas, nuestro hijo, y no podemos poner tanto riesgo encima de la mesa avalando más líneas de crédito.
Mentalmente no puedo mas. He estado demasiado cerca de asumir una deuda que podría haber hipotecado los próximos 20 años de mi vida...
Por terminar. Egoístamente, me quedo más tranquilo compartiendo contigo el fin de esta bonita historia
Considero que he tenido fallos como director que nos han llevado hasta aquí y que por supuesto me hacen el máximo responsable, pero todo este tiempo de reflexión también me invita a pensar en que en esa combinación de factores internos y externos aleatorios ha habido demasiada incidencia negativa.
Digamos que me quedo con la sensación de que en ningún momento dependimos de nosotros durante este tiempo.
Del camino me quedo con lo aprendido, con los mensajes que he recibido por parte de mis jefes (vosotros), con las recogidas de basura en la naturaleza organizadas (más de 10 toneladas de residuos sacados de nuestros bosques), con la innovación demostrada con esfuerzo y trabajo...
Me quedo con el camino.
Espero que hayas disfrutado de esta edición. Ya sabes que siempre agradezco que me lo hagas saber dejándome un me gusta 💛 y que la compartas por correo o en redes sociales, con amigos y seguidores.
Gracias por leerme
Nos vemos en 7 días.
Un abrazo
Gracias por animarte a dar visibilidad a esta historia Álvaro.
Estamos hartos de escuchar casos de éxito de grandes start ups y "exits" de sus fundadores pero no tanto casos como este que son la pura realidad.
Se aprende mucho leyendo este tipo de cosas.
Pelos de punta, durante todo el relato. Los que hemos pasado por eso sabemos qué se siente y cuál es el nivel de frustración. Guille, por si me lees, cuando me pasó algo parecido a mi en 2013, no lo ví o no quise verlo, pero este proceso, ese camino andado es el mejor Master que puedes hacer en la vida, el tiempo te lo hará ver. Ánimo con todo esto, ánimo con lo que queda que no es nada fácil. Y si quieres a alguien con quién hablar que ha pasado por lo mismo aquí estoy (Álvaro te puede pasar mi contacto). Álvaro por tu parte, al perder la inversión y darle voz ahora también muestras un valor y una humanidad que en estas cosas no se muestra tanto, cómo he dicho durante estos 10 años post-bancarrota: "el dinero es dinero y se puede volver a construir/reponer, la vida es un camino y un aprendizaje diario, solo los que fracasamos, lo decimos y volvemos a levantarnos sabemos apreciar cada mini-éxito". Gracias por escribir esta news, gracias porque sea un espejo de ti.