#81. El potencial de la España Vaciada
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Si leíste la última edición, es posible que pasaras por alto un pequeño detalle que estaba presente en el texto: la primera embajada del proyecto W3ST se construirá en algún territorio de la España vaciada.
Cuando se habla de España vaciada siempre se hace con cierto aire pesimista, como si estuviéramos hablando de una realidad decadente sin solución.
Y sin embargo, resulta que uno de esos territorios (o varios en realidad) serán pieza clave de un proyecto que está soportado por una tecnología de vanguardia como es el blockchain y una filosofía igualmente novedosa como es la web3.
He pasado varios días dándole vueltas a esta aparente contradicción, reflexionando sobre lo que tienen que aportar estos territorios a día de hoy y el potencial que pueden desplegar en el futuro.
Y es que este tema me toca bastante de cerca en lo personal.
Mi mujer nació en un pueblo de Huesca de 1.500 habitantes en el que aún sigue viviendo gran parte de su familia y la práctica mayoría de sus amigas de la infancia. Desde que la conozco, vamos al menos una vez al mes de visita y después de 8 años, reconozco que ya me siento uno más, por lo que para mi es importante creer que el pueblo (todos los pueblos) tiene futuro.
Y ya no solo por mi, sino por mi hijo. Quien creo que es un privilegiado por tener la oportunidad de vivir y conocer en primera persona realidades que para muchos otros niños sólo existen en los libros o en la pantalla de un ipad.
Toda esta introducción es para compartir contigo algunos hechos y reflexiones personales por las que estoy esperanzado por la supervivencia de muchos pueblos como el “mío”.
Repoblación: La España vaciada está un poco menos vacía que hace unos años lo que, obviamente, es una mangífica noticia. Y esto se debe a diferentes factores.
Pandemia: El confinamiento abrió los ojos a mucha gente sobre las limitaciones que supone vivir en una ciudad ante determinadas situaciones, lo que empujó a muchos a volver a sus lugares de origen o a buscar opciones más cercanas al campo y la naturaleza.
Teletrabajo: De la mano de lo anterior, el teletrabajo ha supuesto un espaldarazo muy importante para que mucha gente se haya podido plantear una vida de forma permanente fuera de las grandes ciudades. Ahora, el lugar donde vives no es un handicap para lograr grandes oportunidades profesionales.
Inmigración: La semana pasada se publicó un estudio del INE que afirmaba que, dentro de 50 años, casi el 40% de la población del país no habría nacido en España. Para llegar a estas cifras a nivel global, se debe dar un cambio brusco en las ciudades pero te puedo asegurar que, en muchos pueblos, ese ratio ya está cerca de cumplirse.
Tecnificación: Los prejuicios arraigados en el imaginario común han generado la imagen de que los pueblos son lugares desconectados de la actualidad y la tecnología. Quizás en el pasado pudo ser así, pero si la globalización ha unido Madrid con Nueva York, también ha unido Nueva York con Huesca. Entre mis amigos del pueblo hay Data Scientists, Pilotos de drones, especialistas en streaming y hasta mi suegra ha recibido formación en ciberseguridad.
Si es cierto que hasta ahora existía un gran gap en cuanto a la conetividad, que impedía desplegar algunos casos de uso o incluso desarrollar algunos negocios, pero eso está cerca de legar a su fin gracias a los planes de despliegue de fibra rural. Puedes leer sobre ello aquí: https://www.xatakamovil.com/movistar/que-bluevia-fibra-plan-telefonica-para-llevar-conectividad-a-toda-espana-rural
Comunidad: Ahora que en el mundo empresarial está tan de moda hablar sobre la necesidad de crear comunidades en lugar de audiencias, resulta imposible no pensar en lo extraño que es que cualquiera de nosotros se sienta parte de una comunidad alrededor de una marca cuando, en su día a día, seguramente no conoce el nombre de la mitad de sus vecinos.
En cambio, en los pueblos, la comunidad es algo que existe de forma intrínseca a los mismos, sin necesidad de que nadie la forme, ni la dinamice. La ayuda al vecino es una obligación, el trueque es una forma normal de relación y absolutamente todo el mundo conoce el nombre, la procedencia, el trabajo y hasta las aficiones de todos los demás vecinos.
Pero, más allá de lo bucólico que puede sonar, este sentimiento de pertenencia es algo que se puede activar, generando importantes beneficios para la mayoría como, por ejemplo, el cooperativismo a través del cual muchos pequeños productores potencian su poder de negociación y, por tanto, su economía individual.
Valores: Si la comunidad tiene ese peso, no digamos ya la familia. La oportunidad de poder vivir físicamente cerca de tus familiares y tener contacto diario con ellos, fortalece los vínculos de una forma que es muy complicado de replicar en las ciudades. Esto se traduce en que determinados valores como el respeto, la responsabilidad individual, la solidaridad y otros similares están mucho más presentes en la forma de actuar de cada uno.
Antifragilidad: Uno de los conceptos que más gustan a la comunidad de twitter, especialmente en estos últimos tiempos de incertidumbre es la antigragilidad, del gran Taleb. Para aquellos que no estéis familiarizados, antifrágil es todo aquello que se ve poco o nada afectado por los acontecimientos adversos y personalmente, creo que todo lo que he ido comentando hasta este punto, demuestra que la España vaciada es cada vez más antifrágil.
Por sólo poner dos ejemplos, durante la última crisis financiera y durante la pandemia, los efectos negativos que sufrieron estos territorios fueron varios órdenes de magnitud menores que los sufridos en las grandes ciudades. Se trata de territorios con pleno empleo, altos niveles de ahorro, coste de vida bajo y sostenido, por lo que económicamente sufren menos estrés.
Y del mismo modo, desde el punto de vista alimenticio y hasta energético (muy importante en la situación actual) tienen un nivel de dependencia muy inferior al de las ciudades.
Por todo lo anterior, tengo bastante claro que muy pronto veremos un resurgimiento de todos estos territorios impulsando por grupos de personas que deseen disfrutar de los beneficios que suponen todos los aspectos que te he mencionado hoy.
No descartes en absoluto, que grandes fortunas comiencen a comprar aldeas abandonadas o grandes fincas en las afueras de las ciudades donde tanto ellos, como sus familias, puedan vivir todos estos privilegios.
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Me despido. Nos vemos leemos en 7 días.
Un abrazo
Álvaro