#79. La venta frustrada de Patrocify
Soy @alvaroalegriam y aquí comparto mi visión personal sobre temas que me apasionan alrededor del mundo de los negocios, el emprendimiento y el crecimiento personal. Si a ti también te interesan, únete a los >2.740 suscriptores que forman parte de esta newsletter.
Hoy es una de esas veces en las que sabía que me iba a costar mucho más escribir el tírulo de la edición, que su contenido.
Si todo hubiera ido como debería, el título habría sido “He vendido Patrocify”pero, a estas alturas, ya habrá podido adivinar que no ha sido así.
No voy a dividir el contenido en secciones como suelo hacer, sino que voy a contarte la historia de corrido, tal y como ha sucedido en realidad.
Empecemos por el principio.
Hace unos meses construí una plataforma digital llamada Patrocify que pretendía cubrir la necesidad que existe a la hora de conectar, por un lado, creadores de contenido que buscan monetización y por otro lado, marcas que quisieran utilizar esos contenidos como canales de marketing.
En este enlace puedes verla si tienes curiosidad.
Construir la plataforma me llevó algo de tiempo que fui sacando de los pocos ratos libres que me quedaban ahora que soy padré de un bebé. Como nadie estaba esperando la plataforma, no hubo problema. Sin embargo, no valoré nada bien la cantidad de trabajo que me iba a requerir impulsar el proyecto una vez lanzado.
La primera me la llevé en la frente nada más empezar y es que, a los pocos días de lanzar la beta, tuve que cerrar el acceso a la misma porque tenía más de 70 personas inscritas y como la mayoría de los procesos no estaban automatizados, de pronto me encontré con una carga de trabajo enorme.
Conseguí salvar ese primer bache y pronto encontré el segundo. Mi hasta ahora escaso tiempo libre, despareció por completo desde el día que comencé mi baja de paternidad.
Durante el mes de julio, fui elaborando un plan de proyecto con múltiples ideas que quería implementar en la plataforma para mejorar todo lo que había y añadir nuevas funcionalidades. Un mes después, no había sido capaz siquiera de poder abrir la página salvo para seguir recibiendo nuevos usuarios.
Teniendo en cuenta que mi situación personal se iba a prolongar durante casi 20 semanas, no me quedó más remedio que asumir que era imposible que yo impulsara Patrocify.
Tenía un problema.
Esta edición está patrocinada por Omar BTC
Mi nombre es Omar. Desde hace 5 años he estado invirtiendo en el mundo Bitcoin, y he perdido dinero de prácticamente todas las formas posibles. Por eso hoy me dedico a ser consultor de Bitcoin, para que mis clientes no pierdan dinero como yo. Si quieres entender una tecnología nueva que se está expandiendo y saber usarla con tranquilidad, mi newsletter seguramente sea un buen punto de partida. Te espero dentro. 📢📢 Si quieres patrocinar una edición, toda la información en mi perfil de www.patrocify.com
Dejar morir el proyecto no era algo que me apeteciera, así que decidí publicar el siguiente tweet por si sonaba la flauta (aunque, siendo honesto, tenía pocas esperanzas)
Para mi sorpresa, fueron más de 15 personas las que se interesaron en la posibilidad de comprarlo, lo cual es una gran noticia. Pero, también supone una enorme dedicación de tiempo.
Por ello, tomé dos decisiones.
La primera, quería tener el proceso de venta cerrado el día 25. Querer correr era perjudicial para mis intereses y de hecho, hay gente que no me ha presentado una oferta porque no les daba tiempo a analizar el proyecto como ellos querían.
La segunda, quise evitar tener que responder 15 veces a lsa mismas preguntas, para lo que grabé un vídeo en el que en 20 minutos explicaba todo aquello que yo considero que debían conocer los potenciales compradores.
De nuevo, si tienes curiosidad, puedes verlo en este enlace
El vídeo fue muy útil y fue el detonante de las primeras ofertas. Algunas más serias que otras, todo sea dicho.
Los días fueron pasando y las negociaciones sirvieron para filtrar las ofertas más interesantes hasta que, finalmente, el viernes pasado vendí la plataforma.
O eso pensaba yo. Porque cuando comuniqué al comprador que su oferta había sido la ganadora, primero recibí el silencio y después, la excusa más peregrina que os podáis imaginar. No la reproduzco porque permitiría identificar a esta persona y lo último que quiero es, encima, darle fama.
Jamás pondré entender como alguien hace una oferta y la confirma dos veces, de pronto se echa para atrás tirando su palabra por los suelos. Supongo que a mis 38 años, sigo siendo demasiado ingenuo para algunas cosas.
Reconozco que mi primera reacción fue de enfado porque, un proceso que había comenzado por mi falta de tiempo, había terminado como una total pérdida de tiempo por la desfachatez de una persona.
Para mi fortuna, me va bien en todos los aspectos de mi vida así que no suelo dejar que las cosas negativas me afecten durante demasiado tiempo y por lo general, trato de buscarles el ángulo para sacar siempre algo positivo. En este caso, lo que decidí fue aprender qué hubiera hecho el resto de la gente en mi situación, para lo que lancé esta encuesta
Me sorprendío que hubiera un empate tan exacto. En mi caso, he decidido asumir la derrota porque forzar la compra supondría tener que lidiar con alguien que ya ha demostrado que no cumple su palabra.
¿Y ahora qué?
Pues ahora tengo que analizar diferentes alternativas.
El nivel de interés y el importe de las ofertas me han reabierto los ojos sobre el potencial de la plataforma, por lo que quedármela podría ser una opción, auqnue con ayuda.
Por otro lado, con todo el revuelo de la venta fallida hay nueva gente que se ha enterado de mi deseo de vender y están analizando la posibilidad de hacer una oferta así que sigo escuchando propuestas…
Pase lo que pase al final, lo leerás aquí por si mi experiencia puede servirte en el futuro.
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Y si puedes dedicarme un segundo, me ayudaría muchísimo que le pusieras nota a esta edición para seguir mejorando.
Me despido. Nos vemos leemos en 7 días.
Un abrazo
Álvaro