#75. El lado oscuro de un Side Project
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Internet en general y las redes sociales en particular están llenas de gente animándote a crear proyectos.
Hay tantísimo contenido y tantas historias de éxito, que casi hay que esforzarse para esquivar el impulso de intentar montar un side project.
No voy a ser cínico. Yo soy uno de esos que siempre va a estar intentando motivar a los demás a que lancen cosas. Que prueben y aprendan por el camino.
Pero, a diferencia de muchos otros, a mi me gusta enseñar siempre las dos caras de la moneda y contar también la parte menos buena de las cosas. Y esta vez no iba a ser una excepción.
Así que vamos a hablar del lado oscuro de un Side Project
La edición de hoy está patrocinada por FranciaBarcelona
Consigues lo que negocias, no lo que te mereces.
Por eso todas las semanas envío emails con consejos, ideas y anécdotas sobre negociación para hacer tus acuerdos más rentables, haciendo menos concesiones y sabiendo manejar las situaciones incómodas.
Y es que negociar de forma poco efectiva puede generar momentos de presión, estrés y frustración cuando te enfrentas a conflictos, discusiones, acuerdos bloqueados o propuestas que intentan estirar tus límites al máximo.
Sabiendo cómo gestionar esas situaciones podrás llegar a conseguir:
* Más confianza y autoridad en las negociaciones.
* Alcanzar cierres de acuerdos con el máximo beneficio.
* Estrategias para negociar cualquier término a tu favor sin perjudicar la relación entre cliente y proveedor.
* Cobrar ese bonus que tantos dolores de cabeza te da.
* Incluso ascender en la empresa por méritos propios.
Te apuntas en franciabarcelona.com
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¿Hay trato?
📢📢 Si quieres patrocinar una edición, toda la información en mi perfil de www.patrocify.com
Si me conoces ya un poco, sabrás que tampoco me gusta hablar de oidas y que siempre intento tratar los temas desde mi propia experiencias. No se si es mejor o peor, pero creo que es más honesto contigo hablar sólo sobre lo que he vivido.
Por eso, todo lo que voy a contarte lo haré usando como ejemplo “Patrocify” que es el último proyecto que he lanzado.
Vamos a ello.
No le puedes gustar a todo el mundo
Cuando lances un proyecto al mercado, debes estar preparado para las críticas y asumir desde el inicio que no todo el mundo comparte tu visión.
Habrá quién crea que tu idea es innecesaria e incluso estúpida. Otros considerarán que el diseño de tu web no es lo suficientemente profesional o, como en mi caso, algunos criticarán el nombre que has escogido porque no le gustan las palabras que terminan en “fy” (Te quiero Edu).
Las críticas constructivas son un regalo. Las críticas vacías pura distracción. Aprende a diferenciarlas para que no le dediques tiempo a nada que no te aporte.
El marketing es una carrera sin fin
Salvo raras excepciones, tu llegada a tu público objetivo es bastante limitada, lo que significa que tendrás que hacer un esfuerzo intenso y constante para conseguir que tu proyecto llegue a sus oídos.
Cuando lancé Patrocify tuve la suerte de que el Tweet tuviera bastante interacción y gracias a ello se registraron más de 70 personas en las primeras 48 horas. Desde entonces, hace algunas semanas, no he podido dedicarle tiempo a la promoción (me da pereza, lo reconozco) y el número total actual debe rondar los 90.
70 en horas. 20 en semanas.
Aquí tienes otro ejemplo de la curva de registros de otro proyecto tras su lanzamiento en Product Hunt.
En tu cabeza sonaba perfecto
Todo proyecto, por simple que sea, implica el diseño de un proceso.
Incluso en un proyecto en el que no tengas ni proceso de registro, diseñarás la web de manera que el usuario consuma la información de arriba hacia abajo. Eso implica llevar a cabo un ejercicio de ideación sobre el orden en que debe aparecer la información, el formato de la misma, tamaño y tipografía de la letra, etc.
El problema es que no todos compartimos procesos mentales similares y lo que a ti te parece la manera más obvia y sencilla de consumir el contenido y navegar por tu proyecto, no siempre será así.
Aquí tienes un ejemplo exacto que he leído justo hoy. ¿Te habías planteado esto alguna vez?
En mi caso, diseñé Patrocify de manera que nada más registrarte, la web llevara a los usuarios a su zona privada donde éstos podrían dar de alta el perfil público de sus contenidos.
Es algo realmente rápido y sencillo, pues basta con cumplimentar un formulario que no debe llevar más de 5 minutos.
Teniendo en cuenta que los usuarios se registran voluntariamente para inscribir sus newsletter y podcasts, todo apuntaría a que cada usuario que se registre dará inmediatamente de alta su contenido.
Pues no. De los 90 usuarios registrados, sólo 17 han dado de alta por ahora su perfil.
Eso significa que el proceso no es tan bueno como yo pensaba y como consecuencia de mi error, debo llevar a cabo un esfuerzo mucho mayor del estimado para lograr usuarios activos.
Un MVP tiene coste
Un Side Project nunca sale gratis.
Aunque sólo sea porque todo proyecto tiene un coste de oportunidad y el tiempo que dedicas a idearlo e impulsarlo es tiempo que dejas de invertir en otros proyectos o en tu descanso o en tu disfrute personal.
En mi caso, además, Patrocify tiene un coste económico y es algo que debes tener en cuenta a la hora de prever cuánto runway te quieres conceder a ti mismo.
Runway es un concepto del sector startup que se mide en meses y representa el tiempo del que dispone hasta quedarte sin dinero que te permita seguir operando.
En mi caso, Patrocify tiene un coste de unos 100€/mes que provienen del coste de las herramientas NoCode con las que está implementado. Así que si estoy 5 meses sin generar ingresos, para mi la prueba habrá tenido un coste de 500€. ¿Mucho? ¿Poco'? Ahí dependerá de cuánto estemos dispuestos cada uno a arriesgar a fondo perdido.
La competencia existe y es feroz
Si crees que eres un genio y que nadie más ha tenido tu idea, háztelo mirar.
Lanzar un proyecto es sencillo (que no simple).
Hacerlo crecer es complicado.
Hacerlo perdurar es casi imposible.
Entre otras cosas, porque vas a tener competencia. Puede que no desde el principio, pero si tu idea es buena, saldrán otros con ganas de comerse tu pastel. Porque en realidad no es tuyo, el pastel es un premio para el mejor.
Para muestra un botón. O mejor dicho una App. Que tiene una propuesta de valor muy similar a la de Patrocify y que lo han lanzado dos chicas que son iguales (o seguramente más) listas que yo.
Es probable que cuando estés entretenido diseñando y construyendo no se te venga a la cabeza que nada más lanzar te salga un competidor. O como les pasó a ellas conmigo, que tu competidor salga antes incluso de que tú hayas lanzado.
Ahí tendrá que hacerte la pregunta de si tu idea te motiva tanto y estás tan comprometido con ella como para luchar por ser el que se lleve la tarta.
Y aasta aquí todo por hoy.
Como siempre, si te ha gustado, te agradecería mucho que lo compartas
Me despido.
Nos vemos en 7 días
Un abrazo.
Álvaro