#65. Ser prescindible
¡Hola✋!
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Son las 22:31 del lunes 21.
Pensé que esta semana no habría edición porque hace apenas unas horas que he sido padre por primera vez y estaba convencido de que no tendría tiempo de ponerme a escribir.
Es probable, incluso. Que no llegues a leer esto porque por el camino me reclamen mis nuevas obligaciones.
Pero, para mi, esta newsletter es un compromiso que tengo contigo y si tengo oportunidad de no faltar a él, quiero al menos intentarlo.
Además, el tema de hoy está de alguna manera relacionado con mi nueva paternidad y se entenderá mucho mejor si te lo cuento hoy.
Se acabó la introducción, vamos al tema.
Desde hace algunos años, a medida que la inteligencia artificial evolucionaba y las empresas comenzaban a implementarla en sus procesos, surgió una corriente casi apocalíptica que vaticinaba la extinción del trabajo porque todos seríamos sustituidos por máquinas.
De pronto, las personas seríamos prescindibles y eso suponían un gran riesgo para nosotros.
Yo tengo una actitud bastante “contrarian” en la vida (cuando todo el mundo mira hacia la derecha, a mi me interesa saber qué pasa en la izquierda) y en este tema no iba a ser diferente.
Cuando la mayoría cree que para conservar su puesto de trabajo debe ser imprescindible, yo siempre trato de ser prescindible en cada rol que ocupo.
Quizás creas que eso no tiene ningún sentido, pero probablemente sea porque nunca te has planteado las cosas como te las voy a plantear yo ahora.
Lo primero que a mi me gusta hacer es separar a la persona del puesto.
¿Qué significa eso?
Que yo, en un momento determinado, ejerzo un rol concreto en mi organización pero esa circunstancia puede cambiar en cualquier momento. Bien porque yo siga en la organización pero pase a ejercer otro rol, bien porque yo deje la organización y ese rol continúe asumido por otra persona.
Como el embarazo ha evolucionado con normalidad, he tenido unas semanas para organizar con calma mi periodo de baja y dejar las cosas ordenadas de la mejor manera posible. El objetivo es que mi falta se note lo mínimo posible o incluso nada.
Pero… si la organización puede funcionar sin mi, ¿por qué van a seguir cotando conmigo?
Por varios motivos:
Porque esta actitud lo que demuestra es que, para mi, como trabajador, los intereses de la empresa están por encima de los míos propios. Eso supone que, cuando tengo que defender una opinión o plantear un tema, nadie tiene la menor duda de que jamás tengo ningún conflicto de intereses y que, tenga o no razón, mis motivaciones son siempre en pro de la organización.
Porque para llegar a ser prescindible he tenido que hacer un ejercicio profundo para diseccionar mi rol en funciones, definir los procesos y los stakeholders asociados a cada una e identificar las personas más indicadas para asumirlas con la menor fricción posible. Ese ejercicio demuestra que tengo determinadas capacidades (análisis, organización, liderazgo) que tienen un gran valor para cualquier organización.
Porque mi función es importante para la empresa y mientras no haya otra u otras personas capaces de desempeñarlas, tendré que seguir haciéndolo yo. En cambio, cuando deje de ser imprescindible para ese rol, yo podré asumir nuevas responsabilidades y seguir creciendo en nuevos puestos donde pueda seguir aportando valor.
Porque, del mismo modo, al no aferrarme mi rol y ser capaz de repartir y delegar tareas, permito que otros tengan visibilidad y puedan seguir creciendo y avanzando en su carrera, lo que genera que toda la organización evolucione y avance.
Para mi, es claramente el enfoque adecuado porque no sólo me cuesta creer que una organización pueda valorar actitudes que vayan en contra de esa visión y porque, si las hay, son las organizaciones en las que yo no quiero estar.
Son las 23:37 y estoy feliz de haber logrado escribir esta edición porque el compromiso es uno de los valores que me gustaría transmitir a mi hijo.
Por eso, si te ha gustado la edición de hoy, te agradecería que a cambio de mi esfuerzo por llegar a la cita de hoy, me ayudaras a difundirla compartiéndola con el mundo.
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Hasta aquí todo por hoy.
Nos vemos en 7 días
Un abrazo.