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¿Cómo se arregla el fútbol?
Estoy convencido de que el título de la edición de hoy tendrá un impacto negativo sobre la tasa de apertura.
¿Por qué? Porque el fútbol cada vez interesa menos.
Y, precisamente por ello, es el mejor título que podría escoger.
Te interese o no el fútbol, te recomiendo que leas esta edición porque muchos de los problemas que afectan al fútbol son perfectamente extrapolables a otras muchas industrias.
El fútbol está roto
Así es. El fútbol, tal y como lo conocemos, ya no funciona.
No es una opinión, es una premisa cierta. Día a día el fútbol pierde espectadores tanto en las competiciones nacionales como en las internacionales. Si quieres cifras, basta con buscar en google para encontrar decenas de artículos y estudios sobre el tema.
Pero lo importante no es el hecho de que esté roto, sino el por qué.
Este fin de semana el gran Recuenco habló sobre el tema en Twitter y le pedí permiso para desarrollar el tema bajo mi propio punto de vista.
1) Ausencia de un liderazgo valiente
El fútbol da dinero. Mucho dinero.
El problema es que el fútbol actual es como una estrella muerta. Aunque nos siga llegando su luz, el origen de esa luz ya ha desaparecido.
Esto lo sabe cualquier aficionado al fútbol. Lo sabe Florentino, Tebas, Rubiales y Ceferín. Pero también saben que el negocio actual durará más que ellos, así que ninguno tiene demasiados incentivos para cambiar realmente las cosas.
Las empresas que ya son parte de una industria tienen una posición de privilegio para diseñar el futuro de la misma, pero el cortoplacismo pervierte los incentivos. ¿Qué dirigente va a comprometer ingresos a corto plazo a cambio de ingresos a largo plazo si, para cuando lleguen, ya no estará en su puesto?
La dinámica actual de las organizaciones pone en peligro su propia supervivencia y lo fía todo a contar con un líder que sea lo suficientemente valiente como para inmolarse él/ella a cambio de salvar la empresa.
¿Te suena una cosa que se llamaban SMS y que representaba un negocio de 165.000.000.000€ anuales?
Nadie en la industria de las telecomunicaciones quiso ser quien matara esa gallina y al final, una app de color verde se cargó el negocio para siempre.
Si analizamos el fútbol actual, la sensación que transmiten sus dirigentes es que están sentados esperando a que llegue su propio Whatsapp y tarde o temprano les llegará.
Como ha ido llegando poco a poco a todas las industrias tradicionales.
2) Falta absoluta de innovación
El fútbol es la antítesis de la innovación. Punto.
Confundimos la aplicación de tecnología con innovación y nos equivocamos.
Si mañana resucitara alguien que hubiera muerto en el S.XIX reconocería el fútbol a la perfección y no hay prueba más clara de que nada ha cambiado en 150 años.
No han cambiado las competiciones ni la manera de consumirlo. Y mientras, el mundo es absolutamente diferente al de hace 20 años.
Los eSports y el gaming han entendido mucho mejor la realidad actual y sacan todo el provecho de las herramientas que están disponibles. Te pongo algunos ejemplos
El entretenimiento no empieza ni acaba con la competición: El fútbol nace y muere en los 90 minutos de partido. Mientras que los equipos de esports cuentan con creadores de contenido que siguen ofreciendo entretenimiento relacionado con sus competiciones los 7 días de la semana.
El fútbol es un deporte lento, donde puede no suceder nada durante un partido completo. En cambio, los videojuegos están diseñados para que estén sucediendo cosas sin descanso y que siempre haya un ganador.
Los jugadores de fútbol son inalcanzables para el aficionado, mientras que los de eSports son parte fundamental de la estrategia de engagement.
La forma de consumir el fútbol no ha cambiado. La mayor innovación en los últimos años es que, una vez por partido, se ofrecen estadísticas sobre las probabilidades de acierto cuando alguien marca un gol complicado. Pregúntale a alguien de 15-25 años por las estadísticas de un jugador en el FIFA y por las estadísticas reales de ese mismo jugador en el mundo real.
Basta fijarse como otros deportes como el baloncesto o la fórmula 1 han entendido a la perfección cuál es el camino y lo están implementando. Pero claro, esos deportes cuentan con gestores profesionales con mucha mayor visión que quienes dirigen el fútbol.
3) Personotecnia
El último apartado que está roto en el mundo del fútbol es la personotecnica. No entienden en absoluto cómo es la generación que viene y los están perdiendo para siempre.
Si hay un rasgo que hoy en día distingue mejor que ninguno a las generaciones no son los valores, ni la economía ni nada parecido. Es la forma en la que se relacionan entre ellos y en esa relación, los contenidos juegan un papel fundamental.
Las nuevas generaciones consumen contenido de forma voraz. Pasan horas pegados a una pantalla. Pero la importancia no está en el tiempo total, sino el tiempo que dedican a cada contenido.
Si algo no ha entendido el mundo del fútbol es que “Time is the ultimate currency”.
Para que alguien de la generación Z o posteriores te dedique 90 minutos de su vida, el valor que tienes que devolverle a cambio debe ser enorme.
El fútbol son contenidos. Y no quiere ver que cada vez hay más y más productos sustitutivos que lo mejoran en todos los aspectos.
En 90 minutos puedes consumir cientos de tiktoks, stories o reels. Ver varios videos de Youtube o streams en directo en Twitch. O el mundial de globos al completo.
Cualquiera de esas plataformas son bidireccionales y fomentan la interacción del usuario, mientras que el fútbol es unidireccional.
En el mundo de los eSports y el gaming el fan es el centro de la estrategia mientras que, en el fútbol, al aficionado se le trata como una fuente de ingresos.
Los eSports han entendido perfectamente cómo atraer a nuevos aficionados. Mientras que los medios tradicionales de la TV y la radio siguen haciendo contenido exclusivo para boomers y desprecian a los streamers, esos mismos streamers están atrayendo a referentes tradicionales del mundo de la comunicación que arrastran a aficionados de mayor edad.
Ibai ha conseguido atraer a su órbita a Siro López y Rafa Guerrero para retransmitir un mundial de globos, Ramón García para dar las campanadas, a Antonio Lobato y Pedro de la Rosa para retransmitir su próximo mundial de karts. ¿De verdad que ningún dirigente, de ningún medio de comunicación, es capaz de copiarle la estrategia a Ibai?
Honestamente, da la sensación de que ninguna de las personas que dirigen el fútbol moderno tiene hijos o que no hablan con ellos porque el fútbol es un negocio piramidal y en la base hace tiempo que ha dejado de entrar gente.
Y por si te lo preguntabas no. La superliga no es la salvación el fútbol. Son sólo paliativos.
Antes de irte
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Hasta aquí todo por hoy.
Nos vemos en 7 días
Un abrazo.