#51. Deseos, gaseosa y la teoría del caos
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Patrocinador: El patrocinador de esta semana es Recursia
Lo que creo: Deseos, gaseosa y la teoría del caos.
Lo que me ha parecido interesante: 3 tweets.
Esta edición está patrocinada por:
Cuando en esta newsletter te hablo de aprender, emprender, pivotar… en muchos casos, hablamos de enfrentar y abrazar la incertidumbre.
Si tuviera que elegir dos cualidades para conseguirlo, estas podrían ser la combinación entre creatividad y perseverancia.
Por ejemplo, al empezar algo, trabajas con foco y perseveras. Pero, si no obtienes tus objetivos, tendrás que decidir si solo falta esfuerzo y seguir perseverando, o poner la creatividad a abrir nuevos horizontes para, de nuevo, perseverar.
Pues bien, creo que las herramientas que tenemos también juegan un papel importante. De hecho, a veces, la creatividad será saber cómo usar estas herramientas en tu beneficio y perseverar será más fácil si automatizas algunas tareas.
Por eso, te recomiendo suscribirte a Recursia. Es la newsletter quincenal de la gente de Bisiesto Estudio y en ella encontrarás repositorios, herramientas, recursos de UI, UX, productividad, marketing, web… y todo en un tono muy guapo.
🙍♂️Lo que creo: Deseos, gaseosa y la teoría del caos
Deseos
Algo de lo que siempre me he lamentado en soledad es del poco feedback que recibo por vuestra parte sobre el contenido de la newsletter.
A veces tengo la sensación de estar hablando sólo y con toda honestidad debo reconocer que me frustra ligeramente. Pero no quiero que me entiendas mal, la frustración no se debe al hecho de que no interactuéis sino que, la falta de feedback, me dificulta mucho saber si lo que escribo os interesa mucho, poco o regular.
Ante el silencio de radio, lo único en lo que puedo fijarme para intentar interpretar el valor que aporto son las bajas, los likes y el número de veces que se ha compartido cada edición. Todas estas métricas son fácilmente malinterpretables y por eso, los creadores de contenido estamos deseando recibir feedback sincero a modo de comentarios, pues ese es mucho más complicado de malinterpretar.
Pues bien, como dice el refrán “Ten cuidado con lo que deseas, porque se puede cumplir” y vaya si se ha cumpliado.
Creo que la edición de la semana pasada ha generado más feedback que las otras 49 ediciones anteriores juntas. He perdido la cuenta de los emails, mensajes abiertos y privados de twitter, whatsapps, mensajes de linkedin y hasta del Teams que recibí en las 48 horas posteriores a la publicación de la newsletter.
Con tantas respuestas, os podéis imaginar que las he recibido de todos los colores.
Empezando por el lado positivo, mucha gente me felicitó por mi capacidad de transmitir sensaciones tan profundas con mi manera de escribir y también por haberles hecho reflexionar sobre lo que ellos harían si se encontraran en una situación similar.
Por otro lado, mucha gente quiso comentarme su malestar de forma educada. La mayoría de ellos estaba disgustada porque durante el relato sintieron la necesidad de ayudarme y de algún modo se sintieron defraudados al saber que habían despertado empatía ante algo que no era real.
Y por último, hubo quien se lo tomó realmente mal, la mayoría de los cuales optaron por borrarse de la newsletter. Incluso, una persona llego a pedir públicamente, etiquetando al presidente de mi empresa, que me despidieran.
Gaseosa
Si como he dicho antes, me quedara únicamente con las métricas absolutas y se las enseñara a cualquiera sin darle contexto sobre la edición de la semana pasada, probablemente me diría que fue todo un éxito.
Viendo la gráfica, se comprueba que el número de altas superó por mucho el número de bajas y lo mismo que sucedió en la newsletter pasó en Twitter.
Cuando repliqué la newsletter como si fuera un hilo, rápidamente perdí unos 30 seguidores y las horas siguientes gané unos 100; hasta que decidí borrarlo por el mensaje privado que me envió una persona concreta.
Pero lo cierto es que mi objetivo de la semana pasada no era, específicamente, ganar seguidores. Digo específicamente porque, por supuesto, cualquier creador de contenido aspira a ganar seguidores con cada edición que publica.
Lo que quiero decir es que el cambio de estilo de la semana pasada no tenía como objetivo ganar más seguidores que cualquier otra semana. El cambio de estilo buscaba que la moraleja final tuviera mucho más efecto, tratando de convencer, a todo el que lo leyera, que la posibilidad de encontrarse en una situación así puede pasarle a cualquiera.
Mi conclusión es que, como también dice otro refrán, los experimentos mejor con gaseosa. Y lo digo porque, aunque en términos de seguimiento el resultado parece ser positivo, personalmente no me compensa el torbellino de emociones por el que pasé esas 48 horas.
Asusté a gente cercana, hice pasar un rato de angustia a conocidos y desconocidos, hice sentirse estúpida a alguna gente y todo eso está en las antípodas de cualquier sentimiento que yo busque provocar a ninguno de mis suscriptores.
Si alguna vez me decido a usar de nuevo una fórmula más narrativa, será para contar una historia motivadora y positiva y si es inventada, lo avisaré antes de empezar para no volver a crear falsas expectativas.
El efecto mariposa
Por si no lo conoces, el efecto mariposa es un concepto de la teoría del caos que explica como la secuencia interminable de hechos, aparentemente desencadenados entre sí, acaban por tener consecuencias completamente impredecibles.
Y esta teoría es algo a lo que le he dado varias vueltas estos días a raíz del tweet que te he comentado antes donde pedían mi despido.
Nada más recibir el tweet, lo compartí con dos amigos con los que suelo comentar cosas de twitter y la newsletter para ver cuál era su reacción y que me ayudaran a asimilar lo que acababa de pasar.
Aquí tenéis la respuesta.
Como podéis ver, el comentario de cada uno lleva a dos consecuencia absolutamente antagónicas, lo que me hizo reflexionar bastante.
¿Cabe realmente la posibilidad de que escribiendo una newsletter, totalmente personal, donde no mezclo nada relacionado con mi trabajo, donde no me meto absolutamente con nadie, acabe por tener consecuencias tan nefastas como un despido? La lógica y el sentido común me dicen que no pero, si lo analizo fríamente, quizás no sea tan descabellado.
A veces soy poco consciente de la cantidad de gente a la que llego directa o indirectamente o de la repercusión que puede tener lo que digo en este espacio. Pero lo sucedido esta semana me ha hecho reflexionar sobre el tema y de ahora en adelante lo tendré más presente antes de darle al botón de enviar.
⭐Lo que me ha parecido interesante
Si recordáis, uno de los aspectos sobre los que os advertí en la última edición sobre los NFTs era el riesgo de “pumping” artificial. Pues aquí tenéis un ejemplo en el que lo han hecho, nada más y nada menos, con 532.000.000 de dólares.
En las respuestas a de este tweet de Café y Negocios, tenéis más de 100 proyectos que está montando gente como tú, por si te puede servir de inspiración.


Y en este Tweet, tenéis el detalle del proyecto que han montado dos buenos amigos en el que aplicando ciencia de datos al mundo de las oposiciones, son capaces de eficientar el esfuerzo necesario para aprobar.
Y hasta aquí todo por hoy.
Si te ha gustado esta edición, no te vayas sin hacérmelo saber con un ❤️ y sin compartirla con tus amigos y conocidos.
Nos vemos en 7 días.
Un abrazo.
Álvaro