#45. NFTs y el mundo del arte (II)
Monos, pingüinos y leones; todos quieren ser los campeones.
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Lo que creo: NFTs y el mundo del arte (II)
Startupxplore: Calíope
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🙍♂️Lo que creo: NFTs y el mundo del arte (II)
Esta newsletter es la segunda parte de una serie que comenzó con la edición de la semana pasada.
Si no estabas aún suscrito o si por alguna razón no la leíste, te recomiendo que lo hagas en este enlace pues, entre otras cosas, incluye una recopilación de conceptos básicos que te ayudarán a entender mejor estar realidad si no estás muy familiarizado con el tema.
¿Los “NFT Art” son arte?
Como decía la semana pasada, uno de los temas que más me atraen sobre el mundo del arte es que no hay, ni probablemente habrá, consenso sobre lo que puede ser considerado “arte”.
Recuerdo hace unos meses una discusión en Twitter sobre la obra de Rothko en la que, como es obligatorio en Twitter, se crearon rápidamente dos bandos. Uno opinaba que era un auténtico genio pues había sido el primer exponente del expresionismo abstracto, mientras que el otro consideraba que sus obras eran una tomadura de pelo y sus coleccionistas, poco menos que millonarios estúpidos.
Por si quieres formarte tu propia opinión, te dejo aquí un ejemplo de la obra de Rothko:
A mi, personalmente, me gusta la obra de Rothko y si tuviera que posicionarme, lo haría entre los que consideran que su trabajo es arte. Pero, también es cierto, que muy probablemente sea porque estéticamente me resulta atractiva. Y es que, nos guste reconocerlo o no, la mayoría de nosotros tendemos a vincular nuestros gustos personales y subjetivos con el concepto de arte.
Si me gusta, es arte.
Si no me gusta, no es arte.
Pero, sinceramente, creo que ninguno de nosotros somos tan importantes como para establecer criterios sobre este asunto y por tanto, algo puede ser arte aunque a nosotros nos parezca feo, ofensivo, estúpido o incluso una estafa.
En conclusión: desde mi punto de vista (y esto es muy personal) considero que una obra, de cualquier género, es artística siempre que existe alguien que considera que lo es.
En resumen: para mi, los NFTs son arte porque, indudablemente, existen miles de personas en el mundo que consideran que lo es y yo no soy nadie para llevarles la contraria.
Y llegados a este punto, quiero compartir una frase que me dijo este verano un trabajador de una galería muy importante de Madrid y que me rompió algunos esquemas:
La diferencia entre un aficionado y un coleccionista, es que el coleccionista compra determinadas obras porque son importantes, aunque no le gusten.
Principales similitudes y diferencias con el arte tradicional
Una vez establecido que los NFT Art pueden ser considerados arte, ya podemos compararlos con las obras tradicionales. Entendiendo por tradicionales las obras que están pensadas para exponerse en formato físico: cuadros, fotografías, esculturas, etc.
Exhibición: Las obras físicas están creadas y pensadas para ser exhibidas en un lugar concreto, lo que limita su nivel de difusión. Si yo cuelgo un cuadro en casa, lo verán solo aquellos que vengan a mi casa y lo contemplen.
Sin embargo, dado que los NFTs son nativamente digitales, están pensados y diseñados para que la gente los utilice en todas sus plataformas, lo que multiplica exponencialmente su difusión. Basta con abrir Twitter para comprobar la cantidad de gente que tiene un Cryptopunk, un Bored Ape, un pingüino y hasta (y perdonadme) un pene con peluca como foto de perfil pero ¿Cuánta gente has visto que tenga un cuadro de su casa como foto de perfil?.
Este aspecto es fundamental desde el punto de vista generacional. Los NFTs, como bienes nativamente digitales, son muy populares entre las generaciones igualmente nativas digitales (Generación Z) que se caracterizan, entre otras cosas, por ser activas en redes sociales donde pueden presumir de sus posesiones o, como ellos dirían “frontear” o “flexar” (en inglés).
Transmisión: La transmisión de una obra tradicional, como la de cualquier bien físico, implica cierta logística y, por tanto, requiere de un mínimo de tiempo para que se pueda completar. Sin embargo, la transmisión de un NFT es casi instantánea, lo que les otorga una gran ventaja como bienes comercializables.
Liquidez: La necesidad de logística que hemos mencionado en el apartado anterior supone que, salvo para obras realmente demandadas, el mercado del arte suele ser muy local. Es mucho más habitual que la gente compre un cuadro en una galería de su ciudad que en una galería de Nueva York o a un artista asiático a miles de kilómetros de su casa. Y lo mismo pasa cuando el comprador quiere deshacerse de la obra. Es decir, el mundo del arte físico es poco líquido.
Por el contrario, la facilidad de transmisión de los NFTs ha roto cualquier barrera territorial creando un mercado globalizado y por tanto, mucho más líquido. De nuevo, basta con leer Twitter (o revisar las cadenas de transmisión en los marketplaces) para encontrar historias sobre obras que se han transmitido varias veces en un mismo día.
Valor refugio/Inversión: Una de las funciones secundarias del arte (entendiendo que la primaria es estética) ha sido servir como activo de inversión y refugio de valor. En este caso, hasta donde yo he podido observar no existe gran diferencia entre en el arte tradicional y los NFTs art puesto que estos últimos están siendo adquiridos por coleccionistas al igual que sucede con el arte físico.
Si acaso, podemos decir que sobre los NFTs existe un nivel de especulación mayor que sobre el arte tradicional (influido por lo que hemos comentado antes sobre la liquidez y transmisibilidad) que da lugar a algunas malas rácticas que comentaremos en la edición de la semana que viene.
Usos adicionales: Donde los NFTs si presentan una auténtica novedad frente al arte tradicional es en la apertura de casos de uso que jamás habían estado presentes antes en relación con el arte.
Por ejemplo, ¿has escuchado alguna vez que exista un club al que sólo pueden acceder quienes tengan un Picasso o un Renoir originales? Pues eso es exactamente de lo que va el proyecto de los “Bored Apes Yatch Club”. Un proyecto en el que la obra, además de su función estética, sirve como entrada a un club exclusivo (10.000 miembros como máximo) en el que los propietarios pueden interactuar entre ellos y tendrán acceso a contenido y ventajas exclusivas.
¿O quizás has leído alguna vez sobre un artista cuya obra te da derecho a participar en el sorteo de un coche? Porque eso es exactamente lo que propone el proyecto de Professor Elon (un guiño a Elon Musk) que llevará a cabo varios sorteos entre los propietarios de uno de los items de su colección, incluyendo un Tesla Model 3.
Principales proyectos de NFT art
Te dejo un listado de los proyectos de avatares autogenerados más conocidos en el mundo del NFT art:
Y al llegar a este punto, Substack me avisa de que esta edición ya ha alcanzado su longitud máxima, así que los siguientes temas quedan pendientes para la próxima semana:
Principales proyectos de artistas
Cómo se compra un NFT
Las compras más estratosféricas hasta la fecha
Riesgos y malas prácticas
🪐Startupxplore
La oportunidad de inversión de esta semana es:
Calíope es la primera APP en español diseñada para potenciar el bienestar sexual de las mujeres a través de audioguías diseñadas por psicólogas, sexólogas y especialistas.
El mercado global de la salud sexual está estimado en 37.2 billones de dolares en 2023 según Statista y de 37 billones de dólares según Forbes y con más de 800.000 minutos escuchados en Calíope en tan solo 6 meses, queda demostrado que hay una necesidad por cubrir en el mercado de la educación sexual y mental.
Además, Rocío Romero, CEO de Calíope cuenta con más de 2 millones de seguidores en sus redes sociales y es un modelo a seguir por muchas mujeres
En apenas unos días desde el lanzamiento el proyecto ya ha asegurado 107.000€ de 41 inversores sobre el total de 140.000€, por lo que si te interesa te recomiendo que visites su perfil.1
Y hasta aquí todo por hoy. Si te ha gustado esta edición, no te vayas sin hacérmelo saber con un ❤️ y sin compartirla con tus amigos y conocidos.
Un abrazo.
Álvaro